
El paté de zanahoria más delicioso
Estos días he redescubrierto el paté de zanahoria en casa. Sí, es una receta de lo más sencilla y básica. Pero a pesar de ello cada persona tiene su versión, sus truquillos y sus técnicas. La verdad es que he probado muchísimos patés de zanahoria y todos y cada uno de ellos son distintos.
Este paté lo he ido perfeccionando con el paso de los años. En su día emergió en casa en una versión crudivegana, cuando hace ya cinco años descubrí las virtudes y el poder curativo de los vegetales crudos. Y aunque es cierto que los alimentos vivos son fundamentales en la dieta alcalina (si quieres saber más sobre este tema, puedes consultar este post sobre las proporciones a seguir en la dieta alcalina), a día de hoy también disfruto de platos cocinados con mimo y delicadeza, con técnicas de cocción suaves pero que abren un abanico de posibilidades inmenso y no me limitan o encorsetan en una dieta estricta ni monótona.
Si algo he descubierto durante este viaje a través del cambio alimentario es que nada es más terapéutico que la flexibilidad. Ojo, con ello no quiero decir que nos hartemos a comer fast food, ni mucho menos. Simplemente, me refiero a encontrar el equilibrio entre comer sano y disfrutar del hecho de alimentarse.
Como te decía, después de aquella primera versión de paté de zanahoria raw vegan, seguí experimentado cómo cocinar esta dulce raíz de diversas maneras, hasta que a día de hoy, te puedo decir, que he hallado la técnica perfecta para esta receta.
Por supuesto, también hay otro secretillo que descubrirás en estas líneas si te zambulles en la lectura completa de la receta. Y del que te voy a hablar en breve. Pero centrémonos primero en la mejor forma de cocinar las zanahorias para obtener una textura, color y sabor ideal para un paté cremoso, untuoso y súper rico!
Esta técnica de cocción es muy sencilla, rápida y saludable. Se trata de verter un fondo de un dedo de agua en la sartén, olla o cazuela, añadir las zanahorias cortadas en rodajas de un par de centímetros y cerrar con una tapa hermética (que no tenga agujerito). Hay que subir el fuego hasta que el agua empiece a hervir y entonces, bajarlo a medio-bajo para que se mantenga el vapor y las zanahorias se cocinen con todo su sabor, de forma delicada y homogénea.
Yo utilizo en casa la marca de sartenes Renaware para este tipo de cocciones, son de acero quirúrgico, permiten cocinar a baja temperatura, distribuyendo el calor de forma uniforme y además tienen un cierre hermético que va de maravilla para que el vapor no se escape.
En fin, este dato va a modo de información, si no dispones de este tipo de batería de cocina no te preocupes, puedes hacerlo igual con una sartén de cerámica y una tapa sin agujerito. Y si no tienes tapa sin agujero, ahí va un truquito: utiliza un palillo o pincho de madera para taparlo (si el agujero es demasiado grande, envuelve un trocito de papel de cocina alrededor del palillo y listo).
En cuanto al tiempo de cocción… qué te parece si te digo que en 10 minutos las zanahorias estarán listas? Pues así es, quedarán en su punto! Observarás que todavía mantienen su color intenso y conservan cierta turgencia. Esto siempre es buena señal, cuando cocinamos un vegetal en exceso, además de quedar muy blando e incluso semi deshecho, pierde casi todo el color, lo que nos indica que a penas se han conservado nutrientes en él.
Tenlo en cuenta apliques el método de cocina que apliques 😉
En fin, una vez explicada la forma perfecta de cocinar las zanahorias para obtener un buen paté, te voy a revelar mi ingrediente secreto para esta receta.
Se trata del aceite de semillas de calabaza, pero no uno cualquiera! Uno que yo misma estoy elaborando en casa con un aparato que llegó a mis manos hace ya algún tiempo de una forma un tanto rocambolesca. De hecho, este aceite casero que elaboro en frío, ha tenido tanto éxito entre quienes lo han probado que no hacen más que encargarme botecitos!
En fin, otro día te contaré la historia pero, por no extenderme más, mejor voy al grano y te cuento los beneficios de este delicioso aceite verde oscuro que es una auténtica joya de la naturaleza.
El aceite de semillas de calabaza es rico en ácidos grasos Omega 3 y 9, minerales alcalinizantes como el zinc, el potasio o el magnesio entre otros, y posee un elevado contenido en vitaminas del grupo B, indispensables para la belleza de la piel y el cabello. Además hallamos en su composición un aminoácido indispensable para el buen descanso: el triptófano.
Pero lo que más me gusta de este aceite (además de su delicado sabor) es que posee un nutriente clave para los procesos depurativos: la cucurbitina. Este principio activo posee propiedades vermífugas. Lo que significa ni más ni menos que nos ayudará a expulsar parásitos intestinales (lombrices y oxiuros). Así que ya ves, este aceite es una opción perfecta si vas a realizar un detox. Eso sí, el aceite debe ser de calidad, de primera prensión y en frío. Como el que yo preparo en casa 😉
Y ahora sí, dicho todo esto, ahí va la receta que te prometía al principio del post.
INGREDIENTES
- 6 zanahorias de tamaño mediano
- 1 C de ajo en polvo
- 1/2 c de pimienta negra o blanca
- 1/4 T de aceite de semillas de calabaza
- 3/4 T de agua
- 1/4 T de nueces peladas
- 2 pellizcos generosos de sal del Himalaya
- 1 c rasa de hierbas provenzales
PROCEDIMIENTO
- Lavar y trocear las zanahorias, en rodajas de dos centímetros aproximadamente. Si las zanahorias no son ecológicas, mejor retírales la piel.
- Verter las zanahorias sobre una sartén con buen fondo y añadir 1 dedo de agua filtrada o de botella.
- Tapar y subir el fuego hasta que el agua rompa a hervir. Una vez el agua esté hirviendo, bajar el fuego a medio-bajo, para que se mantenga el vapor en el interior de la sartén. *Ten en cuenta no utilizar tapa con agujerito o usar el truquito que he explicado al principio de este post.
- Cocinar 10 minutos y apagar el fuego.
- Traspasar al vaso de la batidora junto con el resto de ingredientes (mejor colocar los ingredientes líquido siempre al principio!).
- Batir a toda velocidad hasta que no queden grumos. Probar y rectificar de sal y pimienta.
- Añadir las nueces y trocear en la batidora, haciendo pulsaciones cortas y a baja velocidad. Yo he utilizado la batidora Mysmüd para esta receta y la textura ha quedado perfecta. Si usas una batidora que no es muy potente deberás insistir bastante en el proceso de triturado hasta que la mezcla quede bien homogénea y cremosa.
A mí me encanta servirlo acompañado de unos bastoncitos de pimiento rojo, pero en realidad queda bien con cualquier vegetal (pepino, calabacín, manzana…). Improvisa y disfruta de la cocina sana!
Fuentes:
www.ecoagricultor.com/las-propiedades-del-aceite-de-semillas-de-calabaza/
https://www.diariofemenino.com/dieta/dieta-sana/articulos/semillas-de-calabaza-antiparasitario/
1 respuesta
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Hola guapa,
Quiero empezar a hacerme este té tan rico que te tomas por las mañanas con agua de coco y probaré también de hacerme el paté de zanahoria. Donde consigo el aceite de semillas de calabaza y un agua de coco recomendable?
Muchas gracias y enhorabuena por este trabajo que estás haciendo, es genial!