Estos días me apetecía cocinar algo dulce, suculento, uno de esos caprichos que pueden ser postre, desayuno, merienda o simplemente un tentempié… uno de esos que te hacen salivar solo verlos… así que aprovechando que el otro día mi amiga Irene vino a visitarme, preparé un manjar que en esta ocasión no es crudo, pero sí delicioso!
Siempre me ha encantado el arroz con leche, pero es cierto que de un tiempo a esta parte intento comer arroz muy esporádicamente, no solo porque la mayoría de mi dieta se basa en crudos, sino porque es un cereal bastante acidificante. Así que dándole vueltas a cómo saciar mi antojo, se me ocurrió sustituir el arroz por otro cereal más saludable y menos acidificante. Y como no, escogí la quinoa, de la que ya os he hablado en varias ocasiones por sus innumerables propiedades beneficiosas para la salud. Por si no conocéis este pseudocereal, os dejo aquí el post donde hablo de sus virtudes.
El caso es que esta receta es tan simple como replicar el arroz con leche de toda la vida pero sustituyendo los ingredientes por otros más saludables. Y añadirle un topping de vuestra fruta preferida, a daditos, en forma de mermelada, o caramelizada con azúcar de coco como escogí yo en este caso.
150g de quinoa
400ml de leche de almendras
1 ramita de canela
La piel de 1 limón ecológico
4 azúcar de coco (o vuestro endulzante preferido)
Para la manzana caramelizada:
1 manzana
3 cucharadas de azúcar de coco
Poner 200ml de agua en un cazo y añadir la quinoa. Tapar y dejar hervir a fuego lento hasta que el agua se haya consumido. Añadir la leche de almendras, la piel del limón, la ramita de canela y el azúcar. Mantener a fuego lento y remover bien cada par de minutos, hasta que la quinoa se acabe de hacer.
Mientras tanto, pela la manzana y córtala a daditos. Colócala en una sartén y espolvorea el azúcar de coco o tu endulzante preferido por encima. Cocínala a fuego lento hasta que la manzana quede blandita. Recuerda remover de vez en cuando para que el azúcar se mezcle bien con la fruta. Para que te hagas una idea, yo tardé unos diez minutos aproximadamente.
Una vez la quinoa y la manzana estén frías, solo faltará montar las capas! Puede que al dejar reposar la quinoa, haya absorbido toda la leche, en ese caso, tendrás que añadir un poco más al servirla. Monta las capas en un vasito, a tu gusto, y añade el topping que más te guste. Yo puse en un vasito coco rallado, mezcla de flores secas, mijo inflado y canela en polvo. En el otro vasito añadí un poco de batido de cacao que me había sobrado del día anterior. A cuál más delicioso!!!
Una receta más que perfecta, muchas gracias por compartirla. Me gustaría ver más recetas en la sección desayunos, tienen todas una pinta super rica 🙂
Hoy me hago la quinoa con leche, sin falta…
Gracias por tu comentario!
Me alegra que te haya gustado la receta J.Antonio. Tomo nota de tu sugerencia para publicar más desayunos alcalinos 🙂
Un abrazo,
Nadia